La educación obligatoria:
Un proyecto y una
realidad
social que es preciso llenar de
contenidos y de prácticas
pedagógicas adecuadas.
Capitulo:VI
Proporcionar
contenido a un proyecto tan ambicioso, tan complejo y tan opuesto como el que
anima a la educación obligatoria, no es tarea fácil; menos aún si se consideran
los problemas que plantea la variedad que acabamos de repasar.
Las
decisiones acerca de qué es conveniente enseñar se fundamentan en algunas
razones básicas:
1) la visión que se tenga de la naturaleza humana y de sus
necesidades.
2) las funciones que se considera ha de
cumplir la educación en un nivel o especialidad determinados.
3) la valoración de los contenidos
considerados relevantes en una determinada cultura y en un momento dado; porque
no todo lo que comprende la cultura tiene que ser contemplado por las escuelas.
Partiendo
de la consideración de esas tres razones, no es fácil establecer criterios
irrebatibles para concretar una propuesta de currículo, puesto que en las sociedades
plurales existe variedad de puntos de vista al respecto.
Tratándose
de la enseñanza obligatoria, este tema no es menor, ni mucho menos, siendo
preciso considerar la importancia de las opciones que se tomen, porque éste es
un problema de verdadera trascendencia social que se debe resolver
adecuadamente.
"A la educación obligatoria le compete
la
educación general"
La
confusión de finalidades que tiene la escolarización, como pudimos ver, nos
pone ante la forzosa condición de pensarla en tanto que proyecto que deberá
ocuparse de diferentes aspectos del ser humano, de la cultura y de la sociedad
a la hora de seleccionar sus contenidos, las actividades a realizar y el trato que
debe mantenerse con los educandos.
Como
sabemos, la escuela no está sola, ni debe estarlo al procurar la amplia visión
de la misión de la educación general que se considera básica para todos.
La
difusión de la cultura, la educación social o moral, por ejemplo, no competen
únicamente a las escuelas.
Aun
con todo, la experiencia que debe proporcionar la educación obligatoria debe
seguir siendo general, que es lo mismo que decir que debe ser una experiencia
variada para cultivar las posibilidades múltiples de cada sujeto. La
escolarización obligatoria tiene que ser, necesariamente, multifuncional.
Este principio encuentra su apoyo en la
condición antropológica del ser humano en tanto que ser cultural abierto a
infinitas posibilidades, así como en el carácter polifónico de la cultura.
"Una enseñanza obligatoria con contenido
valioso"
El
proyecto moderno de educación valora la reserva del saber en las más variadas
facetas de la cultura y quiere difundir ese equipaje a las generaciones que se
suceden. Sin tradición que transmitir no hay educación posible.
El
saber legado por dicha tradición, en el cual puede y debe especializarse la
escuela es, fundamentalmente, aquél que refleja las elaboraciones más valiosas
de la cultura o del conocimiento universal en la medida en que pueda ser
considerado como tal que no son accesibles a través de la experiencia directa.
"El alumno que aprende es un ser singular
al que
apoyar en su autonomía"
La
formación ilustradora es condición de la libertad para pensar, ser y regirse
por criterios propios; es el medio de poder configurar una trayectoria en la
vida y en la sociedad. Es decir, la libertad asentada en la educación es el
único camino para la autonomía del individuo, para huir de la heteronomía que
supone la exclusión y la dependencia de los no instruidos.
Debemos asumir la idea de que, con la educación obligatoria,
estamos ayudando a configurarse a un ser autónomo al que hay
que darle grados adecuados de autonomía para que sepa valorar
la libertad y aprenda a usarla.
Hay que hacer de las actividades de
aprendizaje ocasiones para que el sujeto se exprese en lo que
hace, que se pueda distinguir de los demás, que se constituya
como individuo singular. Para ello es preciso una pedagogía, un
clima de aprendizaje y unas instituciones que toleren y estimulen
la individualidad.
Esfuerzo y disciplina son compatibles con un clima de relaciones
interpersonales e institucionales cargados de racionalidad y
desprovistos de temores e inhibiciones.
Son
precisos profesores bien cultivados, dotados de sensibilidad y buen sentido
común pedagógico, adecuadamente seleccionados, continuamente perfeccionados,
profesionalmente motivados, que puedan vivir con dignidad de su profesión y que
se sientan política, familiar y socialmente apoyados en su misión, para poder
lograr sistemas educativos de calidad.
Integrantes:
Yaraceth Murillo.
Anahi juarez.
Andrea Espinoza.
Nanci Gutierres.
Luis Felipe Aguiar.
Abel Gamaliel Martinez.
Jeffrey Miranda.
Juan Pablo Aragon.
Luis donaldo Romero.
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